Un negocio que no utiliza la información para generar estrategias es peor que una pandemia sin vacuna.
Desde que se inventó la computadora y los sistemas de información su propósito principal ha sido procesar grandes cantidad de datos en el menor tiempo posible. Hoy en día no digitalizar la información del negocio es una crónica de una muerte anunciada o un estancamiento infinito.
La información es sinónimo de poder, una regla básica de administración que denota control y se representa en un conocimiento más acertado de las tendencias y exigencias del consumidor. Y los gimnasios no están exentos de esta regla.
Antes de la entrada del 2020 los gimnasios no tenían más conocimiento de los gustos y preferencias de los clientes que lo que completaban en una encuesta o en un cuestionario al matricularse y luego lo más cercano a saber que venía el cliente a hacer en el gimnasio no iba más allá que la fecha y hora a la que asistió.
Son datos relevantes pero no certeros, ni tampoco confiables para toma de decisiones y eso se ve reflejado en campañas que no cumplen la expectativa o pérdida de interés de los clientes.
Durante pandemia debido a muchas regulaciones y protocolos de salud en algunos países se han implementado medidas para mantener un aforo u ocupación reducido para mantener los niveles de contagios bajos y esto ha provocado que se deban implementar medidas automatizadas y no tan automatizadas para controlar ese número de personas por cierta cantidad de tiempo. Entre estas encontramos solicitar citas por Whatsapp, teléfono o bien más sofisticada utilizando una App o sitio Web para que los cliente puedan reservar su espacio de tiempo de entrenamiento. Esto ha beneficiado la generación de una base de datos de conocimiento invaluable. Ahora el gimnasio puede contar con información como Fecha, hora que reservó, el área que desea entrenar (Box, Clase de zumba, Spinning, área de pesas, etc, etc, etc) si el cliente canceló su cita, o si no se presentó, ahí tenemos importantes datos de personas que están perdiendo interés, posible fuga de clientes, hay que preparar campañas para abordarlos y determinar que ha hecho que no quieran volver o se ausenten tan frecuentemente. Y por supuesto quienes visitan al gimnasio, cuales son las sesiones que más frecuentan, que clases, hora de reserva, género, edad, tipo de membresía, estado civil entre otros, todo dependerá de lo que tu software permita almacenar y luego poder procesar es información.
Y aún mejor, si cuenta con un sistema de "Lista de espera" es importante saber quienes son los clientes que frecuentemente quedan en esa lista y nunca han podido reservar a la clase o sesión de pesas de su preferencia, son clientes potencialmente peligrosos a perderlos. Se deben entonces generar estrategias nuevas de horarios, optimización de tiempos de sesiones, o abordarlos para poder ofrecerles otros horarios no tan deseados.
Por eso se dice que la información es poder, una vez que se tiene tanta y detallada información es posible analizar y tomar decisiones de manera más acertada pero, de nada sirve toda esa información si no está bien tabulada y ordenada de manera que se pueda tener un amplio control para poder manipularla según las necesidades para determinar los puntos fuertes o débiles que debemos mejorar.
Es aquí donde un buen sistema de control de toda esa información se vuelve importante para poder asegurarnos recopilar toda esa información de manera ágil y en tiempo real de manera que pueda ser analizada constantemente para reestructurar la estrategia planteada las veces que sea necesaria, ya es un hecho que un gimnasios es proporcionalmente tan dinámico como la demanda de los clientes por eso debe estar en constante cambio.
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